¿Tienes alguna comida formal o protocolaria estas fiestas en la que sabes que va a haber marisco? ¿Te inquieta no saber comerlo concuchillo y tenedor? No te preocupes, hoy te vamos a enseñar algunas nociones de protocolo, pero lo primero que debes saber es que el marisco no necesariamente se debe comer con los cubiertos.
Puede que te hayas visto en la situación de tener una comida o cena formal en la que te hayan servido marisco y bien por falta de confianza, desconocimiento o por no querer ensuciarte las manos, lo hayas dejado en el plato.
Según el protocolo, la mayor parte de los mariscos deben tomarse con las manos o ayudarse con unas tenazas para romper las partes más duras de determinadas piezas. Por otra parte, siempre que el marisco sea preparado (gambas peladas, colas de langosta o bogavante, etc.) deberá tomarse solamente con el tenedor correspondiente (el de los cubiertos de pescado).
Por tanto, está permitido comer marisco con las manos, pero es muy importante tener en cuenta la forma de sorber el jugo de las cabezas, ya que hacerlo en exceso o inadecuadamente podría incurrir en fallos de protocolo.
En el caso de gambas y langostinos, si quieres comerlos con cuchillo y tenedor, lo primero que debes hacer es cortar la cabeza y hacer un corte en la cáscara del lomo del marisco. Si está bien cocido, se despegará sin problemas. Sin embargo, si los comieses de esta manera tendrías que renunciar al jugo de las cabezas.
Para mariscos más grandes como bogavantes o langostas, también puedes comerlos con las manos y ayudarte del tenedor de pescado o unas tenazas para romper las partes más duras como las patas. Una vez separado en partes podrás extraer la carne fácilmente con el tenedor.
Para moluscos con cáscara como almejas o mejillones, será necesaria la utilización de tenedores para extraer su carne, aunque también queda aceptado dentro del protocolo introducir el molusco entero a la boca y utilizar la concha a modo de cuchara. En caso de que algún molusco venga cerrado, será necesaria la utilización de cubiertos especiales para poder abrirlos.
Por último, recuerda siempre limpiarte las manos con toallitas impregnadas con limón o alguna esencia similar que neutralice el olor del marisco y retire los posibles restos de comida que hayan podido quedar.
Brasería Navarro se caracteriza por ser un restaurante muy volátil, manteniendo siempre el ambiente familiar, pero adaptándose a todo tipo de grupos y entornos, ambientes joviales o formales y de negocio.
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