En una provincia en la que la dieta mediterránea es una forma de vida, podemos encontrar muchísimos restaurantes en los que deleitarse con una carne de calidad bien hecha. Pero hoy queremos centrar nuestra atención en los entrantes.
Generalmente, cualquier restaurante puede ofrecerte una amplia variedad de entrantes con los que saciar tu apetito antes de una comida, pero en muchas ocasiones no se les pone la atención que requieren. Un entrante es el primer contacto de los comensales con nuestra comida, es nuestra carta de presentación, y si dispones de una amplia variedad y una calidad excelente, los clientes volverán con total seguridad.
A nadie le gusta la sensación de pasar hambre en un restaurante hasta que llegan los platos principales. Estas situaciones suelen generar incomodidad, impaciencia y por supuesto hambre, que hacen que el cliente sea incapaz de apreciar las texturas y sabores del plato principal.
La costumbre de servir entrantes se originó con el fin de que los comensales no degusten un único plato, sino que aprecien gran parte de la oferta gastronómica que un restaurante puede ofrecerles. El entrante debe ser ligero, no tanto como un aperitivo, y con más cantidad de comida que el plato principal.
En Brasería Navarro hacemos nuestra presentación a modo de entrante con pan de cristal, ali-oli y tomate. A elección del cliente tenemos una amplia carta con entrantes fríos como embutidos, jamón ibérico, queso manchego o nuestras famosas ensaladas. Dentro de los entrantes calientes podemos encontrar nuestros calamares, pulpo a la brasa, habitas con foie y muchos platos más que harán las delicias de nuestros clientes.
Si te gusta disfrutar de una buena carne precedida por unos entrantes de lujo, Brasería Navarro es tu sitio. ¡Reserva ya!